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El Aislamiento Térmico: La importancia

Pasar frío es una sensación desagradable, pero en los meses en que el clima es más riguroso es inevitable que al salir a la calle padezcamos los efectos de las temperaturas más bajas. Lo sabemos y, aunque sea a regañadientes, lo aceptamos, de la misma forma que nos resignamos al calor en verano. Lo que seguramente no es tan fácil de asumir es que pasemos un exceso de frío o de calor en nuestro hogar. Si nos sucede esto, es porque nuestra vivienda, o bien no está bien calefaccionada, o, lo más propable es que no se encuentre bien aislada.Esto puede dar lugar a problemas de salud y a un innecesario gasto económico, además de ser poco sostenible ambientalmente. En este artículo te explicamos la importancia del aislamiento térmico.

¿Qué significa un buen aislamiento térmico?

Aislar una vivienda térmicamente implica que hemos mejorado sus prestaciones para incrementar su resistencia al calor y al frío, y para lograrlo existe una única fórmula que, además, garantiza el éxito: la incorporación de materiales aislantes y una buena instalación de los mismos. De entrada, parece fácil de resolver, pero las estadísticas nos indican todo lo contrario, hasta el punto de que la práctica totalidad de las viviendas españolas –en concreto, un 99%– sufren pérdidas innecesarias de calor a raíz de su nefasto aislamiento térmico. Y esta circunstancia también repercute en nuestra economía doméstica, ya que para lograr la temperatura deseada, en invierno hay que poner la calefacción y, en verano, el aire acondicionado. Conclusión: la energía tiene un coste y lo pagamos cada uno de nuestros bolsillos.

Ventajas del aislamiento térmico

Hasta ahora ya hemos esbozado un par de buenas ventajas para apostar el aislamiento térmico, como son la mejora del confort y el bienestar para las personas (es decir, no pasar frío ni calor) y la rebaja de la factura energética, en primer lugar, del usuario y, en segundo lugar, del país (no hace falta gastar y/o importar tanta energía). Pero no se acaban aquí los motivos para apostar por el aislamiento térmico:

  • Añade valor a su vivienda en particular y, si vive en una comunidad, al edificio en general. Tener un inmueble bien aislado desde el punto de vista térmico es un aspecto a destacar, no sólo por la ventaja intrínseca que conlleva, sino porque es un valor añadido a la vivienda.
  • Mejora el rendimiento de las instalaciones térmicas. Una vivienda aislada térmicamente evita las pérdidas energéticas en las redes de distribución. Las instalaciones de calefacción y/o aire acondicionado tendrán que trabajar menos, por lo que serán más eficaces y, al mismo tiempo, más longevas.
  • Mantenimiento cero. Una vez llevado a cabo el aislamiento pertinente, estas infraestructuras no necesitan de mantenimiento y no es necesaria ninguna otra inversión durante la vida útil de la vivienda.
  • Eliminación de condensaciones. Las humedades interiores, que suelen conllevar la aparición de moho, desaparecen al existir una temperatura más o menos constante dentro de la vivienda.
  • Mejor aislamiento acústico. Aunque no es la misma misión que la del aislamiento térmico, su aplicación también redunda positivamente con la reducción de ruido cuya procedencia sea de los vecinos y/o del exterior.
  • Disminución de las emisiones de gases con efecto invernadero, sobre todo, C02. Estos gases los emiten las calderas de gas y los derivados del petróleo y el carbón y, en menor medida, la energía eléctrica. Si rebajamos la factura energética, automáticamente reducimos el número de emisiones contaminantes.

El aluminio como aislante térmico

Uno de los sistemas más empleados para conseguir el aislamiento térmico de las viviendas consiste en la utilización de lo que se conoce como la carpintería metálica y que en este caso corresponde a la aplicación de materiales de aluminio en la confección de puertas y ventanas, los lugares por los que con más facilidad se pueden escapar el frío y el calor.

A su efectividad como aislante térmico, también tiene otros puntos fuertes como son su fácil limpieza y mantenimiento, así como su elevada resistencia a la corrosión y a la perdurabilidad en el tiempo (el aluminio no se agrieta ni se hincha y además no requiere de pintura).

Otros elementos a destacar es su estética, perfectamente integrada, y con una modernidad en sus diseños, que siempre la hacen agradable a nuestros ojos, nunca se ve vieja ni desgastada, lo que la convierte en un destacable elemento de decoración.

¿Sabías que…?

  • Alrededor de entre un 20 y un 25 por ciento de las necesidades de calefacción en invierno vienen determinadas por el calor que se escapa por las ventanas cuando éstas no están bien aisladas.
  • La luz solar penetra mucho mejor en las ventanas cuyos marcos son de aluminio, que en los otros. Dicha circunstancia se produce porque los de aluminio son unos marcos mucho más delgados y con un perfil más limpio, lo que enmarca al vidrio de una manera más nítida.