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Casas Pasivas: Todo lo que tienes que saber

Imagínate una vivienda cuyo consumo energético es prácticamente nulo, gracias a la aplicación de un sistema de construcción cuya eficiencia consiste en perfeccionar lo que llamaríamos el «envoltorio de la casa». En definitiva, consiste en utilizar materiales y métodos de aislamiento cuyos estándares de calidad garantizan que en el interior de la vivienda haya siempre la temperatura adecuada con un gasto de energía ínfimo. Estas viviendas son las llamadas casas autosuficientes o casas pasivas.

Características de las casas pasivas

1. Aislamiento térmico de los espacios interiores

Una casa que esté bien aislada desde el punto de visto térmico ya ha dado un primer paso -imprescindible- para alcanzar el estatus de casa pasiva. Con el uso de materiales eficientes desde el punto de vista energético, será todo mucho más fácil. Y no olvides instalar cerramientos eficientes en las puertas.

2. Aislamiento térmico de los muros y las cubiertas de la vivienda.

El uso de materiales que facilitan el aislamiento térmico incrementará la calidad de vida en nuestros hogares y garantizará una temperatura interior con menos oscilaciones.

3. Orientación de las casas pasivas

Uno de los aspectos fundamentales de las casas pasivas, ya que influirá tanto en la distribución interior de nuestra vivienda como en el diseño y selección de las ventanas. Sin embargo, a menudo sucede que debido a un planeamiento original existente, la orientación ya está fijada y no podemos modificarla. Pero si no tienes ataduras urbanísticas, la orientación será clave para garantizarte una mayor eficiencia energética.

4. El calor solar

Lo obtenemos de la radiación solar, la energía más universal, con la particularidad de que en nuestro territorio está especialmente favorecido porque de sol no nos falta. Además de su calidez, tiene múltiples aplicaciones, y podemos desde aprovechar su uso para obtener agua caliente o para la calefacción. Además, reduciremos el consumo de combustibles tradicionales.

5. Aprovechamiento del agua de lluvia

Debemos recogerla a través de la cubierta del edificio e instalar una canalización hasta un depósito. Su reciclaje nos garantiza unas reservas acuíferas que evitarán que nuestro gasto en este ámbito sea menor y, por tanto, nuestra factura también.

6. Las casas pasivas y la energía mini-eólica

Podemos producir energía eólica, pero limitada a nuestras posibilidades, por eso hablamos de energía mini-eólica. Se trata, en síntesis, de molinos de viento que convierten la energía cinética generada por las corrientes de aire en electricidad. Antes de nada, comprueba dónde instalar el molino, su tamaño y su potencia, y averigua dónde sopla más el viento y que ésta sea aprovechable para generar electricidad.

7. Aislamiento del suelo

El suelo es clave a la hora de regular la temperatura y también para proteger de la humedad. Si la vivienda no está construida, se puede aislar por debajo del suelo o por encima; si ya está construida, las opciones se reducen. En el caso de la humedad, se pueden poner barreras anti-humedad, aunque el remedio que funciona mejor siempre es una buena ventilación.

8. Aislamiento del depósito y de las tuberías

Si aislamos ambos, nuestras instalaciones térmicas para producir agua caliente serán muy eficientes. Este aislamiento es clave, sobre todo si depósito y tuberías se encuentran fuera del epicentro térmico de la vivienda (garajes, despensas, altillos…).

9. Condensaciones

Se producen especialmente en las zonas más húmedas (cocina, baños) y en los dormitorios, debido a nuestra respiración al dormir. Hay sistemas de ventilación que se activan cuando captan un riesgo de condensación, pero también es recomendable el uso de materiales que regulan la humedad (madera, algodón, arcilla, lino…) y/o incluir una barrera corta-vapor en el diseño de los cerramientos.

10. Calefacción con leña en las casas pasivas

A pesar de su calidez, no siempre es la opción más adecuada. Antes de tomar una decisión, hay que analizar qué tipo de aparato es el que mejor se adapta a nuestras necesidades y tener espacio para almacenar la leña. Si aislamos bien la vivienda térmicamente no nos hará falta.

11. Paneles solares

Estamos ante una de las mejores posibilidades de conseguir agua caliente de una manera más sostenible. Debes tener en cuenta el impacto del sol y aunque existan opciones que pueden parecerte caras, siempre tienes la opción de diseñar tu propio panel solar.

11. Invernadero

Estamos ante una construcción que, aunque nos sorprenda, si está orientada de forma correcta y bien construida, aporta valor a la vivienda sin ningún esfuerzo. Además, piensa que puedes cultivar tus verduras, frutas y plantas.

Sin ningún tipo de dudas, estamos ante una nueva filosofía de vida que entronca con el modelo de la sostenibilidad. Tal vez ahora veamos este tipo de casas como algo lejano o puntual, pero la evolución de la tecnología y el interés per estas opciones más respetuosas con el medio ambiente, pueden convertir lo excepcional en cotidiano, o lo que es lo mismo, que algún día sea ésta la opción más común de viviendas.

Casas pasivas ¿Sabías que…?

  • Se suele considerar como sinónimos casa pasiva y passivhaus, y no siempre son lo mismo. Intentaremos explicarnos: passivhaus es un sello, un certificado de calidad que se otorga cuando se aplican una serie de estándares de construcción vinculados con la eficiencia energética. Así, todas las casas passivhaus son, lógicamente, casas pasivas. Sin embargo, podemos construir una casa pasiva siguiendo a pies juntillas los postulados de passivhaus, y no pedir o tener dicho certificado.